La industria guipuzcoana y vasca remonta pero no termina de despuntar


La producción de las fábricas y talleres del territorio mejora hasta agosto un 15,5% sobre el mismo periodo de 2020

industria kCEF RZ7osUCU6hqfpQH2o1h6sSI 624x385Diario Vasco

El Instituto Vasco de Estadística, el Eustat, ofreció esta mañana los datos del Índice de Producción Industrial del País Vasco, el llamado IPI, correspondientes a agosto. Con esa fotografía de la marcha de nuestras fábricas y talleres encima de la mesa, dos son las conclusiones que se pueden obtener. La primera es que el sector avanza y crece respecto al ejercicio 2020, que solo se puede considerar de 'annus horribilis'. Junto a esto, y previsiblemente debido a los cuellos de botella que se vienen generando en la industria mundial como consecuencia del encarecimiento de las materias primas y el transporte, así como por la falta de chips, la remontada, que poco a poco toma cuerpo, no termina de ofrecer el vigor deseado. Se crece, sin duda, pero está costando mucho.

En ese escenario, los números del Eustat ofrecen más de una cara, según se observe el prisma. Así, la producción industrial de Euskadi fue en agosto 8,5% superior a la observada el mismo mes del año 2020, en términos homogéneos de calendario laboral, mientras el balance acumulado de los ocho primeros meses se cierra con un alza del 13%. En el mes (sobre los datos de julio), la actividad mejoró un 0,3%, una vez corregidos los efectos estacionales oportunos.

¿Ese 8,5% es síntoma de que van mal las cosas? No, pero no es menos cierto que la cifra compara con un 10,2% en julio, un 13,7% en junio, un 28,9% en mayo y un 65,1% en abril. Vamos, que según avanzan los meses la distancia y la mejor cara sobre el pésimo 2020 va perdiendo vigor. ¿Y el 13% de rebote acumulado? Pues igualmente, llega después de crecimientos del 13,4% en julio y de un 14% en mayo y junio.

Poniendo el foco sobre Gipuzkoa, el comportamiento es bastante similar, aunque, quizás, mínimamente esperanzador. En agosto, el IPI en el territorio mejoró un 6,8% en términos interanuales (frente al 18,5% de álava y el 10,5% de Bizkaia) y un 15,5% en términos acumulados, el más robusto de Euskadi, por encima del 10,6% vizcaíno y el 12,6% alavés. De nuevo, avances, además, superiores a las caídas que se desataron en el mismo mes del año pasado.

Sin embargo, al analizar el comportamiento de los últimos meses se observa que el 6,8% llega después de un 10,9%, un 18,8%, un 32,1% y un 60,1%. O que el 15,5% de remontada en los ocho primeros meses se queda un tanto corto si lo comparamos con el 16,3% de julio o los 17% de junio y mayo. Una vez más observamos mejora industrial pero con menos vigor.

Otra posible explicación a ese comportamiento, que en teoría convive con unas buenas carteras de pedidos para nuestras fábricas, pudiera ser el que cada vez se hace más complicado lograr avances más lustrosos en porcentaje al contrastar los datos de hoy con los de un verano de 2020 en el que no había problemas de suministro y sí una vuelta a la actividad frenética. En cualquier caso el problema de los cuellos de botella está ahí y no parece que vaya a mejorar a corto plazo.

La única señal de esperanza para Gipuzkoa -más allá de ese aparente mejor desempeño respecto al resto de Euskadi- se encuentra en el comportamiento mes a mes de nuestra industria. ¿Por qué? Porque si desde mayo el IPI venía irremediablemente cayendo (esto es, la producción mermaba según pasaba el verano), ese comportamiento paró en agosto. En realidad, la comparación intermensual no arroja ni mermas ni mejoras sobre los datos de julio. Habrá que ver si se ha levantado el freno y el sector empieza a mostrar 'alegrías' mes a mes.

Sectores

La foto general del País Vasco en agosto que ofrece el Eustat muestra que la evolución del IPI fue positiva para todos los grandes sectores industriales excepto para la Energía, que cayó un 5,9%; en este apartado se incluyen la producción y el suministro de energía eléctrica y el refino de petróleo.

Los bienes de equipo (donde se encuadran la fabricación de vehículos de motor, la construcción de locomotoras y material ferroviario y la construcción aeronáutica o naval) aumentaron un 20,8%, mientras que en los intermedios -que incluyen las actividades de metalurgia y fabricación de productos metálicos, la industria química y la fabricación de productos de caucho y plástico- se observó un ascenso interanual del 8,5%.

Los bienes de consumo presentan en su conjunto un incremento del 4,5%, con una subida del 22,2% en los de consumo duradero y de un 1,8% en los no duradero; en el primero están presentes las actividades de fabricación de muebles y aparatos domésticos. El segundo acoge a, entre otras, la fabricación, procesado y conservación de alimentos, la de productos para la limpieza e higiene, así como la confección de prendas de vestir.

A un nivel más desagregado, entre los sectores con más peso en la industria vasca, los que presentan una mayor recuperación interanual en el mes de agosto de 2021 han sido el de Material de transporte (muy importante en Gipuzkoa, por CAF e Irizar y su industria auxiliar), con un crecimiento de un 42,7%; el de Madera, papel y artes gráficas, que ha subido un 18,2%; y el de Metalurgia y productos metálicos, con un ascenso de un 16,9%. En sentido contrario, los sectores que muestran signo negativo en su evolución interanual, han sido el de Energía eléctrica, gas y vapor, con una bajada del 10,4%; el de Material y equipo eléctrico, con un descenso del 9,1%; y el de Caucho y plásticos, con una disminución del 1%.